De acuerdo con la información recolectada por JPS Health Network, la población hispana del Condado Tarrant está siendo especialmente afectada por el COVID-19.
A partir del 1º de julio, JPS ha atendido a 1,171 personas que tuvieron un resultado positivo para el coronavirus. De ese total, aproximadamente 551 pacientes, cerca del 47 por ciento de los(as) pacientes son hispanos(as). Un total de 309 pacientes, cerca de un 26 por ciento son afroamericanos, mientras que 214 pacientes, cerca del 18 por ciento son caucásicos. De acuerdo con la Oficina del Censo de Estados Unidos, un 72.6 por ciento de los 2.1 millones de personas que viven en el Condado Tarrant son caucásicos, el 29.5 por ciento son hispanos y el 17.9 por ciento son afroamericanos.
Los médicos creen que los hábitos sociales y laborales de la población hispana están causando que los hispanos estén en peligro de más exposición que otros grupos. Los médicos también quieren recordarle a todas las personas que hagan todo lo posible por: mantener un distanciamiento social, protegerse así mimos con mascarillas quirúrgicas y evitar estar en público más de lo absolutamente necesario.
"La población hispana tiende a estar muy enfocada en el trabajo y ser muy orientada a trabajar", dijo el Dr. Victor Olivas, quien creció en la comunidad hispana de Fort Worth. "A menudo trabajamos en lugares que tienden a ser esenciales y creo que esa es una de las principales razones por las que hemos estado más expuestos al virus. Además, tendemos a ser un poco más sociales. Nos mantenemos unidos en grupos de familiares y amigos. Debo suponer que a pesar de las advertencias acerca del COVID-19, algunas personas aún se siguen reuniendo para eventos sociales”.
Una de las áreas de JPS en la cual las pruebas positivas han sido más frecuentes es la Sala de Partos y Alumbramiento, dijo Olivas. Varias pacientes que tuvieron un resultado positivo pudieron darse cuenta que la fuente de su infección o contagio puede deberse a los “baby showers”. Las fiestas de cumpleaños, funerales y otras reuniones sociales de más de 10 personas facilitan la propagación de Covid-19.
JPS ha admitido 99 pacientes con COVID-19 a su Unidad de Cuidados Intensivos en los últimos cuatro meses. De ellos, el 50.5 por ciento eran hispanos, el 21.2 por ciento afroamericanos y el 17.2 por ciento caucásicos. Además, 67 pacientes requirieron asistencia respiratoria de un ventilador. De ellos, el 49.3 por ciento eran hispanos, el 20.9 por ciento afroamericanos y el 19.4 por ciento caucásicos.
JPS ha tenido 35 muertes de COVID-19. De ese total, un 13 a 37.1 por ciento eran hispanos, un 10 a 28.6 por ciento eran caucásicos y un ocho a 22.9 por ciento eran afroamericanos.
"Nuestra población hispana o latina está ciertamente sobrerrepresentada en los casos que estamos viendo", dijo el Dr. G. Robert Stephenson, Vicepresidente y Director de Calidad en JPS. “Sabemos que muchas personas en la comunidad se dedican a un trabajo que se considera esencial en el cual es difícil mantener un distanciamiento social. La familia y la comunidad son increíblemente importantes. Éstos son una fuente de fortaleza, pero también crean algunos desafíos adicionales para mantener a ese grupo seguro. Es importante usar una mascarilla quirúrgica al igual que mantener las manos limpias y lavarlas cada vez que uno toca una superficie de la cual no se puede estar absolutamente seguro de que está limpia y evitar las reuniones grandes porque incrementan el riesgo de contagio".
Olivas instó a los miembros de la comunidad hispana y a otros grupos a hacer algunos sacrificios temporales para proteger a los familiares y amigos que tanto valoran.
"Hay otras formas de reunirse en estos días que deberían aprovecharse", dijo Olivas. "La videoconferencia nos permite reunirnos mientras que estamos distanciados de forma segura y no nos olvidemos del buen teléfono antiguo. Reunirse es importante. Pero, en este momento, lo más importante es mantenernos seguros".